miércoles, 31 de diciembre de 2008

Bulgaria

En donde estábamos...
El tren Atenas-Sofía paró y la gente empezó a moverse. Cuando preguntamos a los compañeros de cabina si estábamos ya en Sofía mueven la cabeza de un lado al otro diciendo "si". Esa es la primera gran diferencia. En bulgaria, para decir sí mueves la cabeza como diciendo "no", y viceversa (será ésta confusión la causante de más de un conflicto inernacional, digo yo?). Bueno, la cosa es que todos en el tren ya se habían bajado, así que hicimos lo mismo.
Yo estaba un poco neurotizada, por que en Grecia nos habían dicho que era bien peligroso, y en la guía turística (una especial para estudiantes mochilerors) también decía que estaba lleno de lanzas y pickpoquets, que no hablaramos con los taxistas o con esos amables señores que te ofrecen llevarnos al hostal.
Hacía un frio de mierda, pero ya que estábamos en la estación queríamos dejar nuestros pasajes para Veliko Tarnovo comprados (y el Tomás, que después sigue por Rumania, quería dejar el trámite hecho también). Eran como las 3pm, y el inmovilismo Soviético se respiraba en el aire. Viejas rusas por doquier (bueno, eran búlgaras...pero el concepto de vieja encorvada con pañuelo, al más puro estilo Crimen y Castigo, permanece), señores con pieles de osos encima y algunos mochileros despistados deambulaban por la estación. Todas las oficinas cerradas. Todo en cirílico, nada en inglés.
Logramos llegar a la oficina de tickets internacionales, y ahí la señora nos contó que no se
podían comprar pasajes a Rumania, menos con tantos días de anticipación. Todo esto en medio de una cola que nadie respetaba, y con un inglés muy primitivo. Filors, nos acechaba el frío y el sueño, lo mejor era llegar al hostal y preguntar allá.
La travesía estuvo ardua; lo primero fue ubicarnos en el mapa y cachar la dirección en la que había que ir. Teníamos un mapa, con los nombres de las calles en alfabeto latino, pero en la señalética real los nombres estaban en cirílico. Así que íbamso interceptando viejas rusas al azar, señalando primitivamente los letreros y pronunciando los nombres de las calles (o como nosotros creíamos que se pronunciaban)
Bueno, al menos ya logramos ubicarnos en el mapa, y caminábamos como burritos cargados y muertos de frío y cansancio. Por ahí, un tipo se nos acerca y nos empieza a explicar en perfecto inglés que está super cagado, que necesita plata para tomar un tren a no se donde, que él está a nuestro servicio, que le tengamos piedad, etc.
En realidad, le hablaba al Tomás. Yo estaba bien bien neurótica, quería perder al tipo de vista. El Tomás le decía, en serio??? wowwww, pucha, no tenemos nada, si entiendo tu problema
y yo le decía "tomas!!! yapo, dile que se vaya!!"
y el tipo le empezaba a decir que si no le dabamos plata nos iba a seguir por siempre, que nos iba a asaltar, etc. El Tomás muy relajado, le decía "ahhhh claro, como no". Yo me la estaba pasando re mal.
Al final, nos fuimos a parar al lado de un paco, y el tipo desvió la ruta.
Ahí yo dije, YO-Europa del Este-No. Ya tenía frio, sueño, no podíamos comprar pasajes de bus, me sentía insegura en las calles, no podíamos leerlas, y además no confiaba en nadie.
Llegamos a la calle del hostal, y en el lugar señalado en el mapa nos topamos con un gran sitio eriazo.
Cazzo.
Cómo será lo psycho que estaba, que me pasé el medio rollo de que la guía turistica estaba asociada con la mafia búlgara para que los inocentes turistas llegaran allá y los asltaran. No me atrevía a sacar mi celular, ni tampoco tenía a nadie a quien llamar. Teníamos el teléfono del hostal, pero yo estaba tan escéptica que no se me ocurrió llamarlos.
No fuimos a sentar a las escaleras de un cine de aspecto anacrónico, sin saber qué hacer. El Tomás, paralizado, en silencio.
Chuuuta, pensaba yo. Se acabó el viaje. Pensé en planes B.
La embajada italiana? irme a un hotel y tomar un taxi al aeropuerto?
No, me dije, no me la puedo dejar ganar, como en Berlín. Salí del contagioso inmobilismo este-europeo, y llamé al hostal. Ahí un tipo me explicó que la guía estaba equivocada, y nos dieron la dirección correcta.
A medida que nos alejabamos de la estación las cosas se veían más acogedoras. Terminamos llegando al hostal, que era como un oasis, un paraíso acogedor. Mesas de pool, sillones mullidos, un chico que nos ofreció un té caliente no más cruzamos la puerta...había solo un problema. Cancelaron nuestras reservas!!! ellos creían que ibamos a llegar en la mañana, pero como no llegamos, asumieron que no íbamos a llegar. Tenían para nosotros una sola cama...
Ahí el Tomás emputecido, empieza a pedir que lo acomoden en otro hostal. Y yo, que quería aferrarme a ese paraíso con mis uñas de las manos y los pies, me fui a ver que tal era el otro hostal con él (por que, a pesar de que él me dijo que si quería me quedara, sería una mala compañera de viaje si lo mandara a la interperie en busca de otro hostal).
Caminamos un par de cuadras hasta el "sofía Hostel". Había que subir unas escaleras oscuras, siguiendo unos carteles impresos en Powerpoint que decían "HOSTEL"
En la mitad de las escaleras nos intercepta un viejo bien bien viejo, muy sonriente, nos dice "come in! come in!" Lo seguimos dentro de un departamento chico, decorado macabramente como un jardín infantil. Antes de decirnos nada, nos guía a una pieza con camarotes, y de adentro de una de las camas, se alza otro viejo ruso y nos dice que bienvenidos, que dejemos nuestras cosas en las camas.
Ese ambiente decadente pedófilo no me dio nada de confianza, y creo que al Tomás tampoco, por que después de dar unas vueltas por las instalaciones, decidimos mandarnos a cambiar (a pesar de que los señores nos bajaban el precio).
Le dije que nos fuéramos al primer hostal, que necesitabamos ducharnos y comer algo, o si no todo nos iba a parecer más terrible de lo que era. Como serán mis ganas de irme al primer hostal que le ofrecí quedarse con la cama, y dormir yo la primera noche en los sillones de la recepción (a partir de la segunda noche nos tenían cama a los dos, por separado).
Llegamos a nuestro hostal, donde nos recibieron como hijos pródigos y nos hicieron un descuento por la primera noche. Nos duchamos, fuimos a comer algo, y todo parecía más bonito!
Sacamos levas del banco. Y limpios, comidos y con dinero la cosa cambia.
La primera noche en verdad dormí re bien, los sillones eran casi como camas, habían miles de películas, y y estaba tan cansada, que fue casi como dormir en mi cama.

Esa fue mi aventura de Europa del Este. La verdad es que me hizo sentirme muy bien "sobrevivirla" y tomar las decisiones adecuadas. Me sentí empoderada, una sensación de la que me había olvidado los ultimos meses. Eso me ha tenido con energía y empuje por estas tierras frías.
Hemos recorrido distintos parajes. Sofía no es la GRAN atracción turística, así que hemos tenido calma. Es extraño, Sofía. Como que dejaron el comunisma para saltar al capitalismo violentamente. Lleno de Mc Donnalds y casinos, en cada esquina. Lleno de malls, pero todo con un extraño resabio soviético y viejo. En la feria, la fruta la pesaban con balanzas romanas (esas con dos platos, donde hay que poner pesos en una y la fruta en la otra). No habían supermercados, sólo quioscos o almacenes. Los malles eran como el apumanque.

Lo que sí es uy bonito es el centro. Lleno de pequeñas iglesias de distintas creencias, parques nevados y estatuas comunachas.
Hizo muuuucho frío, bordeando los -6°, así que nuestro turismo acababa cuando se acababa el Sol. En el hostal había un muy bien ambiente, mucha gente simpática. Así que ahí nos entreteníamos por las noches.
Ayer nos tomamos un bus hacia Veliko Tarnovo, sin muchas novedades. En un viaje de 3 horas pudimos conocer un poco de la campiña Búlgara, que estaba entera seca y nevada. Que loco, tener un país entero cubierto por la nieve!

3 comentarios:

M.Ignacia dijo...

me vas a odiar pero mientras peor lo pasas en determinada ocasión, más entretenidas es la crónica que haces de ella y más chistosa su lectura!!
me he reido mucho con tus aventuras de hostales pedófilos jajaja algún día este blog servirá de guión para una pelicula, codirigida onda por Julie Delpy, Alex de la Iglesia, y algún otro, Polanski tal vez..
ya, feliz año nuevo y un abrazo, chaus!

Tomás dijo...

Menuda bitácora, es todo un don poder guardar así lo que te va pasando. No sé si los dones existen, pero si existieran sería uno definitivamente.

Aunque te lo haya dicho antes, de verdad lo paso TAN BIEN leyendo este blog. Es puro aire puro siempre que entro, y eres muy aplicada para escribir, la cagó. Siempre actualizas, me encanta, no como todos los otros mortales que pronto abandonan su blog.

Me río mucho, pero también comparto e imagino tus sensaciones de desesperación, siempre que han pasado dan risa, pero entiendo lo HEAVY que deben haber sido, jajja.

Por acá no hay bitácoras, porque no hay muchos acontecimientos, cosas fomes como la U, que son importantes pero igual fomes. También me corté el pelo, me falló el intento de relación, me voy a ir a la playa, Medicina es súper caro, fui a Pomaire con mis papás, voy a ir a Villarrica, e iré otra vez al norte (Alto Hospicio).

Pero entre todos esos puntos fomes de bitácora, siempre hay detalles haciéndome recordarte. Estaciones de metro, películas, colores de pelo, cantantes, Nina, Nina, Nina.

te extraño y te quiero, no lo dudes incluso con el frío más gélido.

No hay Bulgaria que nos venza, LAURA!

Ignacio dijo...

xD PRICELESS... concuerdo con la Ignacia, creo q serías una excelente escritora de novelas de suspenso en primera persona...
Entre el asaltante que hablaba inglés, el sitio eriazo y las increíbles aventuras por las islas griegas (donde no alcancé a postear) creí que ya era mucho, pero la franquicia de Colonia Dignidad en Sofia fue algo que me tuvo 5 minutos tirado en el suelo incapaz de levantarme de la risa (y creo q admitirás que en tu fuero interno, cansada y todo, alguna parte de ti también lo hacía xD).
Igual ahora me siento en parte mal =(, podría haberte ofrecido mis contactos en Sofia y te hubieras ahorrado un mal rato al menos (si aún te sirve avísame y te pongo en contacto antes de que Kikiri Boo sea descubierto en uno de sus ingeniosos disfraces), pero bueno, después de todo sirvió no sólo para sentirte un poco más empoderada y "en control" de la situación (lo que siempre es satisfactorio cuando viajas ;D), sino que nos trajiste este relato de antología de los sucesos.

Besos Laura amica, cuídate mucho, disfruta a concho (Europa, no a nuestra amiga temucana) y así tendremos más que charlar y reírnos a tu regreso ;) ;)... Salu2!